La salud en épocas de revolución (mayo 1810)

Hace doscientos años atrás, no se conocían los microorganismos patógenos y no existían los antibióticos, ni la anestesia ni la antisepsia. Las principales causas de mortalidad de la época eran consecuencia de las deplorables condiciones de higiene que reinaba en las ciudades y la pobreza de la mayor parte de los habitantes. La higiene personal, no era una preocupación, por el contrario se suponía que enjuagarse frecuentemente era perjudicial para la salud. Además, se vivía en completo hacinamiento y con ausencia total de saneamiento, como no tener un sistema de agua potable, ni de evacuación de material orgánico ni recolección de residuos. Esta situación empeoraba por la falta de médicos y la necesitad de recurrir a barberos, sangradores, boticarios, manosantas o simples curanderos. «Si esto sucedía en Buenos Aires, podemos imaginar la terrible situación en el interior, donde la asistencia médica casi no existía y la salud estaba en manos de precarios “hospitales de campaña” y de dichos curadores.»1

En 1810 la viruela era la mayor amenaza para Buenos Aires, no obstante que, en 1805 había llegado la vacuna antivariólica. Ya había hecho estragos en Europa, cuando llegó a Rosario y Buenos Aires, causando muchas muertes, especialmente entre las poblaciones indígenas, muy probablemente debido a la absoluta falta de inmunidad. Aunque no solo estaba la viruela, ya que también acechaba el tifus y el mal de los siete días (como se llamaba al tétanos del recién nacido, una infección del cordón umbilical de los bebés). «lo peor eran las enfermedades infecciosas y sus epidemias, sobre todo, las infantiles, como las de tos convulsa y sarampión. Además, se mencionan epidemias de anginas. Hoy es difícil compararlas con las actuales, ya que tenían otros nombres.»2

Pese a que en 1780 se fundó el Protomedicato, la primera organización sanitaria que regulaba el ejercicio de la medicina, el cual pretendía que el arte de curar fuese ejercido exclusivamente por médicos, sustituyendo al curanderismo, faltaban interesados y por ende, profesionales. Consecuentemente, los barberos y curanderos ofrecían terapias a la población. En 1810, el tratamiento más frecuente era la «sangría» y la gente se hacía sangrar periódicamente. Además se usaban ungüentos, purgantes, opio, quinina y eméticos (vomitivos) que se incorporaban a las alternativas.

Para muchos de nosotros, sería casi inimaginable vivir en estas condiciones. Sin embargo, la falta de servicios básicos como también de acceso a los servicios de salud, hace que una parte de la población tenga casi las mismas condiciones. Lamentablemente, en 2022 no hace falta viajar mucho, ni siquiera salir de la Ciudad de Buenos Aires, para trasladarnos al siglo XIX.

1 La salud en tiempos de la Revolución de Mayo

2 La salud en los tiempos de la Revolución de Mayo

Publicado por Ariel Mario Goldman

Director General de Administración. Hospital Zubizarreta. CABA Profesor universitario (UBA/ISALUD/FAVALORO/UADE)

3 comentarios sobre “La salud en épocas de revolución (mayo 1810)

  1. A principios del siglo XIX se comienzan a crear hospitales y la intervencion del estado en salud se da x las guerras revoluciones epidemias sequias etc..pero lejos de lo q pasaba en ese momento y a pesar de q nuestro sistema de salud tiene varios aspectos para mejorar creo q el sector mas vulnerable de nuestra sociedad cuenta en la ciudad de BsAs con excelentes hospitales de todo tipo y en el conurbano x ej con el del cruce q trabaja en red y es de alta complejidad..

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    1. Me pregunto cuál es el nivel de accesibilidad al Hospital El Cruce y a toda esa excelente medicina disponible en la ciudad de Buenos Aires…. Me lo pregunto yo que resido a 1100 kms de esa ciudad….

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