La encrucijada entre las patentes y el acceso a la salud

En el complejo entramado de la salud pública y la economía, las patentes medicinales emergen como un tema de debate candente representando un arma de doble filo. Por un lado, garantizan a las empresas farmacéuticas un período de exclusividad para recuperar la inversión y obtener ganancias por sus innovaciones. Por otro, pueden limitar el acceso a tratamientos vitales debido a los altos costos que conllevan.

Las patentes, al otorgar derechos exclusivos a los inventores, incentivan la inversión en investigación y desarrollo (I+D). En la industria de la salud, esto es fundamental debido a los elevados costos y riesgos asociados con el desarrollo de nuevos medicamentos y tecnologías médicas. Según un informe de la Federación Internacional de la Industria del Medicamento (IFPMA), el desarrollo de un nuevo fármaco puede costar más de 2.600 millones de dólares y tomar más de una década. Además, los investigadores identifican un compuesto prometedor entre 5.000-10.000 seleccionados.

Controversias y Desafíos

A pesar de sus beneficios, el sistema de patentes en salud no está exento de críticas. Una de las principales controversias es el impacto de las patentes en el precio y la accesibilidad de los medicamentos. Los derechos exclusivos permiten a las empresas fijar precios elevados, limitando el acceso a tratamientos esenciales en países de bajos y medianos ingresos. Un ejemplo claro es el Nusinersen (Spinraza®), un medicamento para la atrofia muscular espinal (AME), cuyo costo puede ascender a aproximadamente USD 600,000 anuales por paciente.

Otro desafío es el fenómeno conocido como «evergreening», donde las empresas farmacéuticas realizan modificaciones menores a los medicamentos existentes para extender sus patentes, retrasando la entrada de versiones genéricas y más asequibles al mercado. Un caso ilustrativo es el de la insulina, donde pequeñas modificaciones han permitido a los fabricantes mantener el control del mercado y evitar la competencia genérica, resultando en precios elevados y accesibilidad limitada para los pacientes diabéticos.

Impacto en los Sistemas de Salud

Los altos costos de los medicamentos patentados ejercen una presión significativa sobre los presupuestos de los sistemas de salud pública. En muchos casos, los gobiernos se ven obligados a destinar una parte considerable de sus recursos a la compra de estos medicamentos, lo que puede limitar la financiación disponible para otras áreas cruciales de la salud pública y los servicios sociales. Por ejemplo, el gasto en medicamentos antirretrovirales (ARV) en países afectados por la epidemia del VIH/SIDA ha sido una carga financiera considerable. Aunque el acceso a ARVs ha mejorado gracias a las licencias obligatorias y los acuerdos de precios reducidos, los países aún enfrentan desafíos económicos para mantener un suministro constante de medicamentos para todos los pacientes que lo necesitan.

El impacto económico de las patentes es particularmente agudo en los países de bajos y medianos ingresos. Estos países a menudo carecen de los recursos necesarios para pagar precios elevados por medicamentos patentados, lo que agrava las desigualdades en el acceso a la atención médica. Las enfermedades desatendidas, que afectan desproporcionadamente a estos países, reciben menos inversión en I+D debido a su limitada rentabilidad, perpetuando un ciclo de inequidad en la salud global.

Propuestas y Soluciones

Para abordar estos desafíos, se han propuesto varias estrategias:

– Licencias obligatorias: Esta medida permite a los gobiernos autorizar la producción de medicamentos genéricos sin el consentimiento del titular de la patente en situaciones de emergencia de salud pública. La Declaración de Doha sobre los ADPIC y la Salud Pública reafirma este derecho, aunque su aplicación práctica sigue siendo un tema de debate.

– Fondos públicos para I+D: Aumentar la financiación pública y modelos de innovación abierta para reducir la dependencia de las patentes como único incentivo para la investigación médica. Iniciativas como el Consorcio de Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi) son ejemplos de esfuerzos exitosos en este ámbito.

– Reformas al sistema de patentes: Modificar las leyes de patentes para limitar el evergreening y promover la transparencia en los costos de I+D, asegurando que los precios de los medicamentos reflejen más equitativamente los costos reales de desarrollo.

– Acuerdos de acceso y precios: Negociar acuerdos entre gobiernos y empresas farmacéuticas para establecer precios más accesibles y asegurar el suministro de medicamentos esenciales a poblaciones vulnerables.

– Estrategias de compra conjunta: El PAMI, la Superintendencia de Servicios de Salud, IOMA y el Ministerio de Salud Nacional han implementado una estrategia de compra conjunta para adquirir medicamentos de alto costo. Esta medida, inspirada en iniciativas como la BeNeLuxA en Europa, ha demostrado ser efectiva para reducir precios y garantizar el acceso a tratamientos indispensables.

Conclusión

Las patentes medicinales son un componente esencial del ecosistema de innovación en salud. Sin embargo, es imperativo buscar un equilibrio que promueva la investigación y desarrollo, al tiempo que se asegure el acceso a medicamentos a precios razonables. Las estrategias mencionadas son pasos hacia un futuro donde la salud es un derecho accesible para todos, sin excepción. Solo a través de reformas estratégicas y la implementación de políticas de acceso equitativo, es posible crear un sistema de salud global más justo y eficiente.

Publicado por Ariel Mario Goldman

Director General de Administración. Hospital Zubizarreta. CABA Profesor universitario (UBA/ISALUD/FAVALORO/UADE)

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