En esta segunda entrega se analizan las cargas sociales y la solidaridad en el subsector de obras sociales. Te dejo el link en caso que no leíste la parte I que trata los impuestos generales y el subsector público.
Las cargas sociales en Argentina constituyen una parte fundamental del sistema tributario y están destinadas a financiar una variedad de seguros sociales, entre ellos las obras sociales. Son contribuciones obligatorias que los empleados y empleadores realizan para financiar las obras sociales en proporción a sus salarios, siendo creadas con solidaridad contributivas, quien más ingreso tiene, financia a aquellos de menores ingresos, y equidad retributiva, ya que todos reciben en función de su necesidad y no de su aporte.
En la actualidad, las obras sociales, enfrentan desafíos importantes en términos de financiamiento y gestión, especialmente con crisis económica, la pérdida del poder adquisitivo de los asalariados y alta informalidad laboral. La recaudación insuficiente de cargas sociales limita la capacidad de las obras sociales para proporcionar servicios de calidad a sus afiliados.
En sus inicios, la solidaridad contributiva fue su razón de ser, sin embargo, las reformas en la década del ´90 han impactado significativamente la solidaridad del sistema y la distribución equitativa de los recursos. No es el espíritu del sistema impositivo quien rompe con la solidaridad del sistema, sino la posibilidad de utilizarlo individualmente para recibir en función de lo aportado
Reformas de los ´90 y el descreme de las obras sociales
En la década del ´90 se realizaron una serie de reformas administrativas que posibilitó a los trabajadores elegir su obra social (aquellos del régimen de obras sociales nacionales) y dejar de ser cautivos. La idea de la libre competencia buscaba reducir la cantidad de obras sociales, mejorar la eficiencia del sector y las prestaciones para los afiliados. Sin embargo, esto no sucedió, sino que ocurrió lo que conocemos como el descreme de las obras sociales.
El descreme es un fenómeno que ocurre cuando las obras sociales atraen principalmente a los afiliados más sanos y de mayores ingresos vendiéndoles planes superadores (en general a través de prepagos). De este modo, aquellos con mayores necesidades de atención médica o menores ingresos se quedan con los planes más bajos de las obras sociales.
Este fenómeno causó un impacto negativo para la solidaridad, ya que deja al sistema con una población de pacientes más costosos de atender y menos recursos, mientras que algunas pocas obras sociales se benefician de ingresos sin dar prestaciones. Además, generó más desequilibrios en el financiamiento y dificultad de brindar prestaciones de servicios equitativos para todos los ciudadanos.
En conclusión, las cargas sociales en Argentina son fundamentales para financiar las obras sociales y garantizar el acceso a la atención médica para los trabajadores y sus familias. Es claro que la cautividad no ha funcionado, pero la libre competencia tampoco, es hora de pensar algo distinto. Pensar en sistemas universales de seguro único como el inglés o canadiense u otras alternativas que se usan en el mundo. Te dejo un texto muy interesante sobre sistemas de salud en el mundo Estudio comparado de diez sistemas de salud
