Embarazo adolescente. Análisis del Plan ENIA y el impacto económico

En los últimos años, el embarazo no intencional en la adolescencia ha sido un tema de preocupación en Argentina, dado su impacto tanto en la salud de las jóvenes como en el desarrollo socioeconómico del país. En respuesta a esta problemática, el gobierno argentino implementó el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (plan ENIA), con el objetivo de reducir las tasas de embarazo entre las adolescentes y promover su bienestar integral.

El Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia

Este plan, lanzado en 2017, se basa en una serie de acciones coordinadas que abarcan la educación sexual integral, el acceso a métodos anticonceptivos, la atención integral de la salud sexual y reproductiva, así como el fortalecimiento de políticas públicas orientadas a la prevención y la promoción de derechos.

Una de las principales estrategias del plan ha sido la implementación de programas educativos en escuelas, centros de salud y comunidades, destinados a informar y concientizar a los adolescentes sobre la importancia de la salud sexual y reproductiva, así como sobre los riesgos asociados con el embarazo no planificado.

Además, se ha trabajado en garantizar el acceso gratuito y confidencial a métodos anticonceptivos, así como en fortalecer los servicios de atención integral de la salud sexual y reproductiva, con énfasis en la atención amigable y respetuosa hacia los adolescentes. Según lo publicado por sistema de medios de la Universidad Nacional de Cuyo la gran diferencia la marcó los implantes subdérmicos, pero a la vez advierte se sobre la necesidad de prevenir un aumento de ITS.

“La distribución de implantes subdérmicos en los últimos ocho años aumentó el 1563 % en el sistema público de salud. Es el método más eficaz para evitar embarazos no intencionados. La importancia de la doble protección para prevenir también la transmisión de ITS.”

El “chip” anticonceptivo es el protagonista del descenso de la tasa de embarazo adolescente

Entre 2018 y 2021, según las cifras oficiales más recientes disponibles, se observó un notable descenso en la tasa de fecundidad adolescente. Esta tasa, que indica el porcentaje de adolescentes que dan a luz cada año en relación con el total de adolescentes, disminuyó del 49 al 27 por ciento en dicho período representando una disminución cercana al 50 %. Adicionalmente, en 2021, solo el 8,8 por ciento de las niñas de 10 a 14 años fueron madres, lo que refleja una reducción del 43 por ciento en comparación con años anteriores. Se presume que la mayoría de estas gestaciones en este grupo de edad surgen de situaciones de abuso, coerción sexual o violación, lo que complica aún más su prevención.

Impacto Económico del Plan

La reducción de los embarazos adolescentes no solo tiene un efecto positivo en la salud y el bienestar de las jóvenes, sino que también tiene implicaciones económicas importantes. Según Federico Tobar, Asesor Senior en Fortalecimiento de Sistemas de Salud y Financiamiento del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), esta política ha disminuido significativamente el costo de oportunidad asociado a tales embarazos, llegando a reducirlo en más de 280 millones de dólares anuales.

Se destaca que la disminución de los embarazos adolescentes contribuye a la reducción de los costos asociados con la atención médica durante el embarazo, el parto y el postparto, así como con la atención de los niños nacidos de estos embarazos. Esto libera recursos que pueden ser destinados a otras áreas de la salud pública.

Además, la reducción de los embarazos en la adolescencia tiene un impacto positivo en la trayectoria educativa y laboral de las jóvenes, al permitirles continuar con sus estudios y desarrollarse profesionalmente sin las limitaciones que conlleva la maternidad temprana. La fecundidad adolescente está asociada a mayores índices de abandono escolar: solo un 38% termina el secundario, 3% accede a la educación terciaria y 1% va a la universidad.

Finalmente es importante destacar su impacto en la reducción de la pobreza multidimensional. Siendo que el embarazo en la adolescencia está estrechamente vinculado con la pobreza y la exclusión social, al proporcionar a las adolescentes las herramientas necesarias para evitar embarazos no deseados, el plan puede ayudar a romper el ciclo de pobreza y contribuir a la reducción de la pobreza multidimensional en el país.

Conclusiones

El Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia ha demostrado ser una herramienta efectiva para reducir las tasas de embarazo adolescente en Argentina. Además de mejorar la salud y el bienestar de las jóvenes, esta iniciativa tiene un impacto económico positivo, contribuyendo a la optimización de los recursos y al desarrollo socioeconómico del país. Es menester seguir fortaleciendo y expandiendo estas políticas para garantizar que todos los adolescentes tengan acceso a una educación sexual integral y a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad.