Un de los temas que más preocupa en la economía de la salud es el aumento del gasto. Entre las principales causas encontramos la innovación tecnológica, el cambio epidemiológico y demográfico y la judicialización.
El tema de adulto mayores es tal vez el más paradójico, ya que revela el «fracaso de nuestro éxito». El sistema de salud es un factor fundamental para mejorar la calidad de vida y prolongar la longevidad. Sin embargo, la sostenibilidad financiera corre peligro.
En Argentina los datos no son específicos, de igual modo algo podemos acercarnos tomando en cuenta el gasto del INSSJP 0,9% sobre PBI (2017, ver ¿Cuanto gasta Argentina en salud?). Otro dato interesante es la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares, cuyos resultados arrojan que un hogar con 1 adulto mayor gasta el 9,5% de sus ingresos mientras que si conviven 2 adultos mayores o más aumenta al 14,5%. El gasto de un hogar sin adultos mayores cae al 5,1%.
Será interesante un estudio completo en Argentina que refleje en cifras estos datos y los complemente con los datos de gasto público para la tercera y cuarta edad.
Más allá de lo estrictamente económico es necesario repensar los sistemas de salud para adecuar las políticas y servicios para esta población específica. Es por eso les recomiendo la lectura del Informe Mundial sobre el Envejecimiento y Salud de las OMS.
