El covid-19 ha genera una gran crisis económica mundial, que ha impactado fuertemente en Latinoamérica. Así como se utilizan una diversidad de estrategias sanitarias, también se utilizan diversas estrategias económicas con la meta de mitigar este impacto. El objeto de esta entrada es mostrar sintéticamente las principales medidas adoptadas.
Siguiendo la metodología presentada por la NU. CEPAL (2009), se muestran las medidas implementadas o anunciadas en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, bajo la premisa de agruparlas, de manera esquemática, en las categorías siguientes: • Política monetaria y financiera • Política fiscal • Política cambiaria y de comercio exterior • Políticas sectoriales • Políticas laborales y sociales
Quiero destacar que implementar políticas económicas adecuadas para enfrentar esta situación implican costos para la sociedad, por lo cual, el énfasis debe en la protección de los sectores más vulnerables de la sociedad, siendo que estos costos deben distribuirse siguiendo criterios de capacidad de contribución y justicia distributiva, de modo de evitar mayores perjuicios para quienes ya se ven más afectados.
Por otro lado, la eficacia y el éxito de la estrategia económica dependerán del impacto de cada medida individual como así también del funcionamiento en conjunto. Sin embargo, las proyecciones de los resultados a corto plazo son negativas, con serias contracciones de los PBI y aumento de la pobreza, pero marcarán diferencia en el mediano plazo. Las medidas económicas implementadas hoy mostrarán su impacto real en la velocidad que permita a los países volver a crecer.
Esta semana se cumplió 5 años del movimiento #niunamenos. Lamentablemente, y a pesar de muchas conquistas que supieron ganar los diversos movimientos feministas, la violencia de género y los femicidios son noticias diarias. Les dejo las 5 consignas presentadas aquel año.
Por la cuarenta, este año no hubo marcha, pero si diversas actividades virtuales, una concentración en Plaza de Mayo e incluso, el Congreso de la Nación se iluminó de violeta, color característico del movimiento, en apoyo. De todos modos, a pesar de los permanentes reclamos, durante los últimos dos meses de cuarentena, los casos de violencia han crecido. Según lo informado por Infobae «Solo en la Provincia de Buenos Aires, las denuncias a la Línea 144 aumentaron un 60%: ocho de cada diez llamados son de mujeres que sufren violencia en el hogar.» y «en lo que va del año una mujer fue asesinada cada 26 horas». Les acerco algunas noticias para reflexionar.
Algunos me dirán donde está la parte económica que justifique esta nota en un blog de economía y salud. Aunque seguro podría calcularse las inmensas sumas que se pierden por la violencia y desigualdad de género, me parece oportuno destacar la lamentable situación sin justificación alguna. Porque la violencia tampoco tiene justificación.
“Basta de femicidios. Vivas y libres nos queremos”.
Hace unos días salieron noticias que desde el Ministerio de Salud de la Nación se impulsa una reforma del sistema de salud (Lanzan reforma del sistema de salud con poda en plan médico) como así también desde la oposición (El senador Fiad promueve “repensar el sistema de salud” argentino). La crisis generada por el Covid-19 puso a la salud otra vez en la agenda política y ha propiciado el impulso necesario para generar el debate. La pregunta pasa por ¿Qué modelo sanitario se piensa y qué modelo real se puede alcanzar?
Tomando esta base, deberíamos enfocarnos en ¿Qué modelo sanitario se piensa? para entender la tendencia de las reformas, sin dejar de ver ¿Qué modelo real se puede alcanzar? analizando los lobbys sectoriales. Te dejo una serie de artículos (y libros) sobre el tema acerca de tendencias y reformas de sistemas de salud.
Antes de despedirme, me gustaría comentar dos cuestiones importantes. Primero, la reforma debe ser sistémica, no podemos seguir regulando o financiando por partes. Segundo, un sistema único es una utopía por lo que sugiero que debemos pensar en un sistema integrado. Ahora me despido, esperando sus comentarios, y a vos ¿Qué modelo sanitario te gustaría? y ¿Qué modelo real crees que se puede alcanzar?
Hoy, como siempre, te voy a traer distintas miradas del problema Covid-19, recomendando artículos y noticias. Pero a diferencia de otros de mis artículos esta vez voy a tomar partido. No te quiero convencer, quiero intercambiar opiniones y datos.
Si has leído entradas anteriores o me escuchaste hablar, sabrás que estoy a favor de la cuarentena. Tal vez por mi formación (o deformación ya que estudie en económicas pero me oriente a salud pública) o por mi experiencia diaria en el hospital. Estudie y he escrito sobre los terribles efectos negativos (económicos, sociales y psicológicos) de la cuarentena y su prolongación. Pero también estudié sobre los terribles efectos negativos (sanitarios, económicos y sociales) de no haber adoptado una cuarentena temprana o abrirla tempranamente.
Antes de despedirme, te dejo un muy lindo artículo sobre el sesgo de la percepción del conocimiento. A mi me hizo muy bien leerlo y darme la oportunidad de escuchar (o leer en este caso) a los que piensan distinto.
¡Ahora si, gracias como siempre, y es la hora que opines vos! Por favor 1) evita insultar y despreciar a otros. 2) Entiendo que a esta situación (como a la mayoría) la atraviesa la política, pero date este espacio para reflexionar y evita (si se puede) los fanatismos políticos y la oposición por oposición.
Entrar en cesación de pagos genera consecuencias negativas inevitables a nivel internacional. Desde la dificultad para conseguir créditos hasta las complicaciones en el comercio exterior. Consecuentemente genera problemas en las economías internas como ser falta de créditos, liquidez e inversión. No es la primera vez que sucede que Argentina entra en default, pero cada uno ha tenido diversas características. Te invito a leer un par de notas de analistas sobre los posibles escenarios de corto y mediano plazo.
Argentina tiene la llave para lograr salir rápido y evitar consecuencias mayores. Los importante que puedo resaltar es:
No renegociar condiciones que solo estiren la situación y en tres años nuevamente nos encontremos en el mismo pantano. Las políticas cortoplacistas, que cubren períodos electorales, son las más caras para el país.
No volver a mirar hacía atrás. Claramente el gobierno cuando asumió conocía la situación. Por lo tanto, no debe echar la culpa al anterior, que aunque pueda o no tener razón, es hacer política «barata».
Una vez renegociada la deuda, tiene hacer crecer el país. En la última década la Argentina se ha comportado en forma sinusoidal, alternando crecimientos y caídas, obteniendo un resultado neutro. Hoy tiene el desafío de mitigar la pandemia, que nos dejará nuestra, ya delicada, economía en crisis. Y aunque sea muy difícil debe lograr que en 2021 el país crezca, caso contrario será muy complicado afrontar cualquier arreglo. Les acerco una nota respecto a este último punto.
La situación económica del sector es delicada. Sin embargo, al ser el sector salud uno de los más complejos en cuanto a cantidad de actores que intervienen, hacer una generalidad si el sector gana o pierde es un sinsentido. Trataré de desmenuzar algunas cuestiones de los sub-sectores estatal, de la seguridad social y privado (te pido que si alguna situación que vivís es distinta la plasmes en los comentarios) y como impacta el default.
El sector de empresas de medicina prepaga (EMP, sector financiador privado) ha perdido clientes o se han bajado el plan en los últimos años. Sin embargo, a partir del Covid-19 la tendencia cambió y la gente trata de conseguir un plan. Además, el sector fue unos de los pocos que le ganó a la inflación en los últimos. En estos momentos, el mayor temor es como la gente afrontará los pagos directos, como así también que pasará con las cargas sociales (5 de los 6,2 millones de afiliados derivan aportes sociales).
“El sistema prepago se ha transformado en un producto de primera necesidad en la percepción de la gente” Ricardo Lilloy – presidente de la Cámara de Entidades de Medicina Privada de la Argentina (Cempra)
El sector de la seguridad social es el más complejo ya que cuenta con casi 300 obras sociales nacionales o agentes del seguro de salud, 24 obras sociales provinciales, varias obras sociales creadas por ley especial (como la de fuerzas armadas o las universitarias) y el PAMI.
El sector de obras sociales nacionales, sindicales y de dirección, se ve afectado por la caída del empleo formal y la caída relativa de los salarios. Se ha generado una situación complicada aunque no extrema, como en otras épocas. El Covid-19 y la cuarentena pusieron en alerta al sector por la situación financiera y el Ministerio de Salud salió al rescate del sector con la resolución 941/20. Está resolución compensa el ingreso por aportes y contribuciones de abril al nivel de marzo 2020, desde el Fondo de Emergencia y Asistencia. El dinero se repartirá a cada obra social en función de la baja en la recaudación que figura oficialmente en los registros de la AFIP tomando un criterio de distribución de los fondos transparente y automático.
Sobre el PAMI no me explayaré, ya que es actuarialmente inviable, lo cual con crisis o sin ella nunca estará a la altura que nos merecemos. Las otras obras sociales dependen de las provincias o el estado nacional, y su suerte dependerá en última instancia de los gobiernos de turno.
Los financiadores, tanto del sub-sectores privado como de la seguridad social, están atados al salario de los trabajadores, por lo cual la situación económica generada por el Covid-19 es más grave a corto plazo que el default, pero si no se resuelve, en el mediano plazo impedirá que el sector pueda salir de la crisis en la cual está inmersa.
Por otro lado, nos encontramos con el sector de prestaciones. Ya sea el privado con clínicas, sanatorios, centros de diagnostico o consultorios privados como públicos con los hospitales y centros de salud, nacionales, provinciales y municipales.
Si bien, el sector prestador privado está muy afectado por la coyuntura, desde hace años la situación es muy complicada. Dependen financieramente de obras sociales, el Pami y las empresas de medicina prepaga, siendo la situación para negociar contratos muy complicada. Además, muchas veces se convierten el eslabón más débil en la cadena de pagos, y donde generalmente primero se rompe. Sufren el aumento del dolar, ya sea por los insumos y medicamentos comos así también para la mayoría de las inversiones en equipamiento. También la falta de crédito para inversiones es otro gran problema. Por el Covid-19 ha perdido entre el 50% y 75% de la facturación con un gran costo fijo. El default, en el corto plazo, puede tener efecto presionando sobre las divisas generando aumento del dolar e inflación, consecuentemente traería mayores inconvenientes al sector.
El sector público de salud es el «gran ganador» ante la pandemia, ya que ha recibido fondos y los Ministros son los grandes centros de atención aunque, es cierto, que cada provincia es distinta y no es parejo en todo el país. Esta inversión, si bien no compensará 70 años de abandono, permite al sector crecer en equipamientos y personal. Aunque va en contra de mi deseo, pasarán muchos años para que salud tenga otra inversión semejante (esperemos que la próxima sea porque nos dimos cuenta de su importancia y no a causa de otra pandemia). Este es el momento de capitalizar, e incluso se debe convencer al sector político, que puede ser un gran disparador para el crecimiento del país, a partir de mejoras edilicias y construcción de centros de atención vía obra pública. Al igual que el sector prestacional privado, el aumento del dolar y la inflación pueden frenar las inversiones, y volver a ser olvidados en medio de la políticas económicas.
En resumen, el sector está convulsionado y muy afectado por la pandemia. Esperemos que el default se solucioné rápido y bien. Por la salud y el bien de todos. Espero tus comentarios.
Un efecto positivo de la cuarentena es la disminución de los accidentes de transito. Según la información de la asociación civil Luchemos por la Vida, el total de muertos en 2019 en Argentina fue de 6.627*, o sea un promedio de 552 muertes mensuales o 19 diarias. Para este 2020, la curva se va aplanado, nunca mejor dicho, según lo informado por diversos medios. Acá un par de notas
El primer aspecto positivo es la cantidad de vidas salvadas y la disminución de heridos. El 2019 fue un gran año gracias a la disminución de muertos totales por accidentes, marcando un récord desde 1992, siendo este el primer registro disponible en las estadísticas de luchemos por la Vida. En 2020, según el reporte del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, se relevaron 61 muertes entre el 13 de abril y 3 de mayo (21 días dentro de la cuarentena) con un promedio de 2,9 muertos diarios, muy por debajo de los 19. Si bien, son cifras alentadoras, no son comparables linealmente y debemos esperar a fin de año y ver el impacto real de la cuarentena y sus consecuencias. (https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/ansv_reportes_semanales_de_siniestralidad_13_abril_al_3_de_mayo.pdf)
Consecuentemente otro aspecto positivo es la disponibilidad de recursos sanitarios. En estos momentos cada cama desocupada contribuye a enfrentar la pandemia, cada insumo ahorrado vale oro y cada persona del sistema disponible es más valiosa que nunca.
El tercer punto positivo es el impacto económico. El mismo Observatorio Vial presentó en Junio 2019 un estudio cuyo objetivo fue estimar la magnitud de los siniestros viales en términos de costos sociales. Los resultados emanados manifiestan que, para 2017, el costo de la siniestralidad vial en la Argentina fue de 175.655 millones de pesos corrientes, representando el 1,7% del PBI. A nivel internacional, la relación entre costo de la siniestralidad vial y PBI varía entre el 1,1% al 2,9% en el caso de países de ingreso medio/bajo, como la Argentina. A nivel costo por víctima de la siniestralidad vial, el mismo llega hasta casi el millón y medio de pesos ($1.373.599), aunque hay una variación muy grande entre el costo por víctima fallecida ($30.551.793) y herida ($284.111 por cada lesionado grave y $3.375 por cada víctima con una lesión leve). Dejo el link con el informe conteniendo la metodología utilizada y los resultados obtenidos.
Como conclusión, la cuarentena ayuda a luchar contra el Covid-19 y al mismo tiempo impacta salvando vidas de accidentes de transito. Será muy interesante, cuando pase todo esto, conocer las muertes totales y compararlas con otros años, ya que el Covid-19 mata directamente e indirectamente (colapsando y/o impidiendo que la gente use el sistema por otras patologías) pero las medidas tomadas también salva más vidas que las calculadas. Respecto a la coyuntura económica, sabemos que la cuarentena tendrá un impacto fuertemente negativo. Sin embargo, sin cuarentena, el impacto de los muertos y enfermos también sería negativo y deberíamos tener en cuenta otros impactos como el costo social de los accidentes viales presentado.
Me gustaría conocer tu opinión o experiencia al respecto. Espero tus comentarios,
* La presente estimación se basa en cifras que son proyección de los datos habidos hasta el presente, aplicados al nuevo lapso, e incluyendo fallecidos en el hecho o como consecuencia de él hasta dentro de los 30 días posteriores, según el criterio internacional más generalizado. Las cifras utilizadas son las últimas disponibles (de origen policial, municipal, u otro), actualizadas. Como la gran mayoría de las cifras originales sólo computan los muertos en el momento del accidente, las mismas también han sido corregidas según índices internacionalmente aceptados, a fin de permitir una apreciación, estudio y comparación seria de la mortalidad en la accidentología vial argentina. Las presentes cifras no son estadísticas oficiales, ni pretenden reemplazar a las mismas. https://www.luchemos.org.ar/es/estadisticas/muertosanuales/muertos-argentina-2019
En medio de la pandemia por el Covid-19, Argentina se encuentra en la recta final de las negociaciones por la deuda que el país emitió bajo legislación extranjera. Llegar a un acuerdo será una prioridad para el Gobierno, que ha conseguido un gran respaldo internacional, pero no ha logrado, al día de hoy, una adhesión importante de los acreedores.
Previo a la pandemia, la economía Argentina ya se encontraba en crisis. Con fluctuaciones en el crecimiento económico, déficit en las cuentas públicas, inflación descontrolada, aumento de pobreza, caída de la tasa de empleo y aumento del trabajo no registrado. Una crisis economía con un gran descontento social.
Las políticas sanitarias y económicas adoptadas contra el Covid-19, generan un aumento el déficit fiscal, ante la necesidad de mayor gasto publico y de transferencias al sector privado, como así también, debido a la estrepitosa caída de la recaudación. Esto lleva a la necesidad de emisión monetaria, consecuentemente inflación y mayor presión sobre el dólar.
En el futuro cercano, los escenarios serán parecidos, con aumento de desempleo, una gran caída del PBI (calculada en 6 a 7 puntos) e inflación. ¿Entonces que cambiará con o sin default? Las posibilidad de comenzar a crecer y la velocidad de progreso. Entrar en cesación de pagos implica nuevamente quedarnos sin crédito y sin la posibilidad de volver al comercio internacional en forma ordenada.
El resumen, Argentina está ante una situación económica muy delicada. Todos saben que le conviene arreglar, pero que las condiciones actuales son inviables. La coyuntura apremia. Se deberá resurgir una vez más e intentar de una buena vez, solucionar los problemas estructurales. De lo contrario, en unos pocos años estaremos ante la misma situación. Les recomiendo unos artículos para entender y profundizar sobre qué pasa y qué pasará con Argentina
Lo más difícil en el mundo es tomar decisiones que afecten a los demás, es por eso que, gestionando políticas, nunca vamos a tener a todos contentos. Mucho menos, en este momento de incertidumbre global, en este nuevo mundo en el que vivimos.
Frente al Covid-19, las estrategias adoptadas han sido desde el «confinamiento total» hasta la «inmunidad de grupo». Entre los extremos, todos los países han tomado una serie de medidas de mitigación intermedias más orientadas hacia un lado u otro. Si bien es precipitado un análisis sobre resultados, las tendencias nos dan muestras sobre los efectos de estas decisiones. Acá quiero acercarles un breve análisis sobre aspectos sanitarios y económicos. Pero antes de continuar quiero recomendar dos artículos que nos muestran que ambas decisiones se entrelazan y no existe una de decisión económica o sanitaria
En cuanto a los resultados sanitarios, en el mundo han sido dispares, dependiendo de que medidas y cuando las han tomado; la capacidad de respuesta del sistema sanitario; y las condiciones previas y cultura de su población. Los resultados además están sesgados por la capacidad de detectar e informar de los países. Con estas consideraciones les dejo el link donde podrán ver los datos actualizados y tres artículos sobre las comparaciones.
El otro efecto de adoptar las distintas estrategias es el económico. Cualquiera que fuera la decisión sanitaria elegida, se genera una repercusión en el crecimiento de las economías, como así también en la destrucción de empleo (si no leíste te recomiendo darte una vuelta por Desempleo, la otra pandemia ). Las expectativas económicas en general son negativas, por la caída abrupta del consumo y la producción y/o por la cantidad de enfermos y muertos en los diversos países. También hay que tomar una consideración importante, el movimiento mundial es casi nulo y el comercio internacional ha caído estrepitosamente, afectando las importaciones y exportaciones de todos los países, como así también el turismo y las empresas relacionadas. Esto es fundamental para entender porque todos los países arrancan con un escenario negativo, independientemente de la estrategia sanitaria. La respuesta omnipresente ante estos escenarios es la intervención estatal en las economías en todo el mundo, a través de: aumento del gastos público para reforzar el sistema de salud; el estado pagando sueldo de empleados privados; disminuyendo impuestos; reforzando la seguridad social; o fomentando el sistema financiero entre otras. Les dejo un par de artículos interesantes
En resumen, los gobiernos han tomado medidas sanitarias, cuyo resultados, a pesar de la dificultad de comparación estamos observando. Acompañado se han desarrollado políticas monetarias, fiscales y financieras según la capacidad de cada país, generando nuevamente resultados dispares. Entonces ¿Qué hacemos? ¿Cómo seguimos?. Es salud y economía, no una u otra. Me gustaría tu opinión
Antes de despedirme quiero pasarles un artículo que se publicó este domingo en Infobae, en el cual he sido consultado, y me han hecho una pregunta que me ayudó a aclarar algunas ideas sobre el camino que ha elegido la Argentina y me inspiró a armar esta entrada. ¿Qué hubiera pasado con nuestra economía sin cuarentena? (gracias Valeria Roman)
Otra pandemia sacude al mundo y el efecto será trágico. El desempleo es una de las consecuencias no deseadas de la lucha contra el Covid-19. Ha alcanzado cifras históricas y se proyecta una situación similar o peor que el crack del 30. Quienes más lo sufren y padecerán son los asalariados informales y cuentapropistas.
“Vamos a tener más desempleo y una peor distribución de la riqueza…Tenemos que cuidar el empleo en Argentina, porque ya veníamos de una crisis muy grande. Estamos trabajando con todas las herramientas posibles”.
Es importante destacar que independientemente de la estrategia o el momento de tomar acciones para frenar el coronavirus, todos los países están atravesando una catástrofe económica con impacto directo en lo laboral. Les dejo noticias de estos días acerca del impacto en Argentina y el mundo
Los economistas y expertos en el tema han realizado diversas recomendaciones a los estados para limitar el impacto. Desde la flexibilización de los impuestos, pasando por otorgar facilidades para que puedan seguir pagando sueldos hasta la reducción de salarios. El fomento y la ayuda a las PyMES será fundamental en el corto plazo, como así también, generar un situación para la inversión productiva en el mediano y largo plazo, dos aspectos que Argentina tiene una deuda histórica.
“Los trabajadores y las empresas se enfrentan a una catástrofe, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en desarrollo. Tenemos que actuar con rapidez, decisión y coordinación. Las medidas correctas y urgentes podrían hacer la diferencia entre la supervivencia y el colapso”
Controlado el Covid-19, un nuevo mundo se acerca, donde las formulas del pasado no van a servir. Nuevos trabajos, nuevas formas de contratar y diversas formas de remunerar. Debemos buscar la manera de adaptarnos y salir fortalecidos, porque el mundo sigue y, aunque parezca, no se detiene nunca. ¿Qué opinas? Déjame tu comentario acá abajo
Si estas esperando que pase el coronavirus para que todo sea como antes, lamento decirte que nada volverá a ser como antes. Y aunque creas que «todo tiempo pasado es mejor», existirá una «nueva normalidad». Pero a que se refiere exactamente este termino, que en definitiva es un oxímoron, «porque algo que es nuevo no ha alcanzado todavía el estatus de normalidad, aún le queda por atravesar el largo y tortuoso camino de la rutina»1.
Por lo tanto, la nueva normalidad no es más que algo que está por venir, una construcción de nuevas reglas para lo sociedad. Quiero destacar algunos artículos sobre la nueva normalidad y como afecta la economía y el sistema de salud
La normalidad económica Argentina es la inflación, crisis económicas, pobreza, desempleo y falta de crédito. En salud nos encontramos como normal un sistema fragmentado, segmentado, ineficiente, poco equitativo, con un sector público desfinanciado y los sectores privados y de la seguridad social en crisis permanente.
Otras normalidades son la violencia, la discriminación, el machismo, los femicidios, la gente que duerme en la calle y la mala educación.
Tal vez, sería mucho soñar pero si nos dirigimos a una nueva normalidad, que sea más equitativa. Para esto, es necesario hacer las cosas distintas, dejar de intentar con las mismas recetas. Necesitamos romper con los paradigmas actuales, mirando hacia los margenes, porque hacia la dirección que vamos solo hay más vieja normalidad.
Ahora te pido que opines en los comentarios ¿qué es normal y queres que cambiemos para la próxima nueva realidad?